Ingredientes (para 6 personas)
- Unas quince galletas de Reims rosas (o bizcochos de soletilla)
- 300 ml de nata líquida entera
- 250 g de mascarpone
- 3 hojas de gelatina
- 2 limas
- 100 g de azúcar glas
- 150 ml de jarabe simple
- 500 g de fresas
Preparación
- Ablandar la gelatina en un recipiente con agua fría.
- En el bol de una batidora de varillas (o en un bol con una batidora de mano), bata la nata y el mascarpone con el azúcar glas. Bata hasta obtener una nata montada bastante consistente. Tenga cuidado de no batir demasiado, ya que la nata se cuajará y se convertirá en mantequilla.
- Con una espátula, añade la ralladura de una lima y su jugo.
- Escurre la gelatina. Derrítela en un bol con 2 cucharadas de agua muy caliente y luego incorpórala a la nata montada.
- Lava y descorazona la mitad de las fresas. Córtalas por la mitad y resérvalas en un lugar fresco.
- En un plato poco profundo, mezcle el almíbar simple con el jugo de una lima.
- Sumerge rápidamente las galletas en el almíbar y forra los lados de un aro de 18 cm de diámetro. Colócalo en el plato y cúbrelo con una tira de acetato para facilitar su desmoldado. Añade también algunas galletas remojadas en el fondo.
- Añade con cuidado una capa de crema batida, luego fresas y otra capa de crema batida, presionando firmemente con una espátula sobre cada capa. Termina a la altura de las galletas. Cubre con film transparente y deja reposar toda la noche en el refrigerador.
- Al día siguiente, retira el aro y la tira de acetato. Decora con las fresas restantes. Refrigera hasta que esté listo para servir.